4/1/08

The American Dream


"...Por el camino hasta hemos perdido el derecho de llamarnos americanos, aunque los haitianos y los cubanos ya habían asomado a la historia, como pueblos nuevos, un siglo antes de que los peregrinos del Mayflower se establecieran en las costas de Plymouth. Ahora América es para todo el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub Amércia, de segunda clase, de nebulosa identificación.
Es América Latina, la región de las venas abiertas.
[...] Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de américa Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial.
[...]Josué de Castro declara: "Yo, que he recibido un premio internacional de la paz, pienso que, infelizmente, no hay otra solución que la violencia para américa Latina". Ciento veinte millones de niños se agitan en el centro de esta tormenta. La población de América Latina crece como ninguna otra; en medio siglo se triplicó con creces. Cada minuto muere un niño de enfermedad o de hambre, pero en el año 2000 habrá seiscientos cincuenta millones de latinoamericanos, y la mitad tendrá menos de quince años de edad: una bomba de tiempo. Entre los doscientos ochenta millones de latinoamericanos hay, a fines de 1970, cincuenta millones desocupados o subocupados y cerca de cien millones de analfabetos; la mitad de los latinoamericanos vive apiñada en viviendas insalubres. Los tres mayores mercados de América Latina -Argentina, Brasil y México- no alcanzan a igualar, sumados, la capacidad de consumo de Franciao de Alemania occidental, aunque la población reunida en nuestros tres grandes escede largamente a la de cualquier pais europeo.[...]El sistema es muy racional para sus dueños extranjeros y de nuestra burguesía de comisionistas, que ha vendio el alma al Diablo por un precio que hubiera avergonzado al propio Fausto. Pero el sistema es tan irracional para todos los demás que cuanto más se desarrolla mas agudiza sus desequilibrios y sus tensiones, sus contradicciones ardientes. Hasta la industralización, dependiente y tardía, que comodamente coexiste con el latifundio y las estructuras de la desigualdad, contribuye a sembrar la desocupación en lugar de resolverla; se extiende la pobreza y se concentra la riqueza en esta región que cuenta con inmensas legiones de brazos caidos que se multiplican sin desncanso...[...]
El sistema no ha previsto esta pequeña molestia: lo que sobra es gente.. Y la gente se reproduce. Se hace el amor con entusiasmo y sin precauciones. Cada vez queda más gente a la vera del camino, sin trabajo en el campo, donde el latifundio reina con sus gigantescos eriales, y sin trabajo en la ciudad donde reinan las maquinas: el sistema vomita hombres. Las misiones norteamericanas esterilizan masivamente mujeres y siembran píldoras, diafragmas, espirales, preservaticos y almanaques marcados, pero cosechan niños; porfiadamente, los niños latinoamericanos siguen naciendo, reivindicando su derecho natural a tener un sitio bajo el sol en estas tierras espléndidas que podrían brindar a todos lo que a casi todos niegan.
[...]Son secretas las matanzas de la miseria en América Latina; cada año estallan, sin estrépito alguno, tres bombas de Hiroshima sobre estos pueblos que tienen la costumbre de sufrir con los dientes apretados. Esta violencia sistemática, no aparente pero real, va en aumento [...]
el Imperio se preocupa: incapaz de multiplicar los panes, hace lo posible por suprimir a los comensales. "Combata la pobreza, ¡mate a un mendigo!", garabateo un un maestro del humor negro sobre un muro de la ciudad de La Paz.[...]"

Las venas abiertas de América Latina - Eduardo Galeano. Introcucción: ciento veinte millones de niños en el centro de la tormenta.

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El día de año nuevo se habló de pólitica exterior durante la comida, sobre la primera potencia, sobre el hegemón que conduce al mundo, sobre los Estados Unidos. Y entre idas y venidas de mi cabeza, consiguieron despertarme una cierta animadversión marcada.
He decidido empezar desde el principio, mi hermano comentó durante la comida:
"Es demasiado subrrealista, demasiado complicado todo el aire que rodea a los Estados Unidos, es una cultura espectacular, a la que debemos grandes músicos, escritores, artistas y genios, pero esta construida sobre rios de sangre(como la europea, como la occidental al fin y al cabo), cuando disfrutas su cultura y piensas sus orígenes y los nuestros, crees que tu cerebro va a estallar y piensas: Esto es demasiado para mi, mejor dejar la solución de este gran problema del mundo, a un genio que tenga valor para afrontarlo sin perder una parte de si mismo".
Quizá no soy un genio, pero nadie va a venir a prohibirme intentarlo o digo más, conseguirlo.
Empeando por los origenes del continente americano, busqué en internet y en las estanterias de mi casa, y encontré este libro, que tiene pinta de ser un combinado de rabia, venganza victimista y comunismo subyacente en pos de provocar un sensacionalismo que mueva a un pueblo hacia una revolución aunque sea a costa de decirles que tienen que reclamar venganza.
No obstante también tiene pienta de tener ácidos y crueles pinceles de realidad innegable sobre nuestra cultura occidental desarrollada, que ma harán flaquear y volver a cuestionarme todo aquello que siempre he pensado, que me harán odiar en mayor medida a los Estado Unidos y al capitalismo, y que me harán ceder ante verdades apabuyantes sobre el origen de todo esto.

Sin embargo no pienso embadurnarme solo de lo malo, también habrá tiempo para lo bueno.
Pero empecemos por el origen, por el principio.

1 comentario:

Buda de nieve dijo...

A veces creo que cuanto mas conozco de historia, mas lejos me parece el principio.Pero bueno, por algun lado hay que comenzar.