17/6/09

Neverwhere

El marqués me dio la espalda y se alejó.
La tosca puerta parpadeo como una luz apunto de apagarse...
...como un ojo irónico cerrado en un último guiño de complicidad.

Había otra vida en aquella otra ciudad. Había otra puerta que aún podría abrirse.
Aquí no rompía promesas y nadie me echaría de menos.

No miré hacia atrás.
No lo necesitaba.

El mundo cicatrizaría por si mismo...
Y yo olvidé cuanto había sido.

No hay comentarios: